viernes, agosto 28

00:24 El verano J.R. Jimenez

©Artur Heras

El verano

Platero va chorreando sangre, una sangre espesa y morada, de las picaduras de los tábanos. La chicharra sierra un pino, que nunca llega... Al abrir los ojos, después de un inmenso sueño instantáneo, el paisaje de arena se me torna blanco, frío en su ardor, como fósil espectral.

Están los jarales bajos constelados de sus grandes flores vagas, rosas de humo, de gasa, de papel de seda, con las cuatro lágrimas de carmín; y una calina que asfixia, enyesa los pinos chatos. Un pájaro nunca visto, amarillo con lunares negros, se eterniza, mudo, en una rama.

Los guardas de los huertos suenan el latón para asustar a los rabúos, que vienen, en grandes bandos celestes, por naranjas... Cuando llegamos a la sombra del nogal grande rajo dos sandías, que abren su escarcha grana y rosa en un largo crujido fresco. Yo me como la mía lentamente, oyendo, a lo lejos, las vísperas del pueblo. Platero se bebe la carne de azúcar de la suya como si fuese agua.

Juan Ramón Jimenez

domingo, agosto 23

00:23 el hacedor / Borges

@nigella

El hacedor

Somos el río que invocaste, Heráclito.
Somos el tiempo. Su intangible curso
acarrea leones y montañas,
llorado amor, ceniza del deleite,
insidiosa esperanza interminable,
vastos nombres de imperios que son polvo,
hexámetros del griego y del romano,
lóbrego un mar bajo el poder del alba,
el sueño, ese pregusto de la muerte,
las armas y el guerrero, monumentos,
las dos caras de Jano que se ignoran,
los laberintos de marfil que urden
las piezas de ajedrez en el tablero,
la roja mano de Macbeth que puede
ensangrentar los mares, la secreta
labor de los relojes en la sombra,
un incesante espejo que se mira
en otro espejo y nadie para verlos,
láminas en acero, letra gótica,
una barra de azufre en un armario,
pesadas campanadas del insomnio,
auroras, ponientes y crepúsculos,
ecos, resaca, arena, liquen, sueños.
Otra cosa no soy que esas imágenes
que baraja el azar y nombra el tedio.
Con ellas, aunque ciego y quebrantado,
he de labrar el verso incorruptible
y (es mi deber) salvarme.

Borges

sábado, agosto 22

00:22 Sol de justicia / Teresa de Ávila

©Alejandra Pater: http://www.flickr.com/photos/alepater

"Diráme vuestra merced que cómo dura alguna vez tantas horas el arrobamiento, y muchas veces. Lo que pasa por mí es que, como dije en la oración pasada, gózase con intervalos. Muchas veces se engolfa el alma o la engolfa el Señor en sí, por mejor decir, y teniéndola así un poco, quédase con sola la voluntad. Paréceme este bullicio de estotras dos potencias como el que tiene una lengüecilla de estos relojes de Sol, que nunca para; mas cuando el Sol de justicia quiere, hácelas detener."

“Libro de la Vida” (1561-1565)

viernes, agosto 21

00:21 cumpleaños del reloj / Cortazar

http://www.insectlabstudio.com/

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

jueves, agosto 20

00:20 ordenar el tiempo / anónimo infantil



تَرْتِب الوَقْت


مِثْلَ السَّاعَة
تِكْ تَكْ تِكْ تَكْ
دَوْماً أبَداً
رَتِّبْ وَقْتَكْ
اِنْهَضْ بَاكِر
وَاحْفَظ دَرْسَك
اكْتُبْ وَاقْرَأ
هَذِّبْ نَفْسَك
أرْكُضْ وَاقْفِزْ
قَوِّ جِسْمَك
أنْشُدْ أغانٍ
نَشِّطْ فِكرَكْ
مِثْلَ السَّاعَة
تِكْ تَكْ تِكْ تَكْ
دَوْماً أبَداً
رَتِّبْ وَقْتَكْ


ORDENAR EL TIEMPO

COMO EL RELOJ
TIK TAK TIK TAK
SIEMPRE NUNCA
ORDENA TU TIEMPO
LEVANTATE PRONTO
MEMORIZA TU LECCIÓN
ESCRIBE Y LEE
EDUCATE A TI MISMO
CORRE Y SALTA
HAZ FUERTE TU CUERPO
RECITA CANCIONES
HAZ AGIL TU MENTE
COMO EL RELOJ
TIK TAK TIK TAK
SIEMPRE NUNCA
ORDENA TU TIEMPO

anónimo infantil

miércoles, agosto 19

00:19 reloj nocturno / Alma Karla

nigella


Lleva un reloj de agua en cada beso

Y la memoria será puntual cada mañana
porque lleva un reloj en cada mano
para la noche sin luz que busca líquido
y miedo de rey o sueño de orador
en la clepsidra.
Lleva el secreto de sus pozos,
un sextante para el brillo del lucero
cuando en la cavidad que besa
el tiempo escurre.
Y gotean,
uno a uno,
los abrazos.
Es húmedo lo que mueve el aire,
la antigüedad al oriente del deseo,
el mercurio, la dolencia que se va.
Debajo de la almohada hay una brújula.

Alma Karla

martes, agosto 18

00:18 autobiografía / Patricia damiano




Patricia Damiano - Autobiografía






debo rescatar el friso de Cronos

idiota
ajada
me atrevo a desmentir la penumbra


y entonces entran los perros






Calamo currente

lunes, agosto 17

00:17 el tiempo de las olas / V. Woolf

portada de la primera edición.
"the Hogarth Press"

”El tiempo, que es un soleado prado en el que baila una luz, el tiempo, que es tan ancho y llano como el campo al mediodía, comienza a formar una pendiente. El tiempo se adelgaza hasta formar un punto… Éstos son los verdaderos ciclos, éstos son los verdaderos acontecimientos”:…

“Ruge; la iluminada cinta de la Historia ha pasado, como nuestros reyes y reinas hemos desaparecido… Estamos extintos, perdidos en los abismos del tiempo y de las tinieblas… “Oh, viento occidental, ¿cuándo soplarás para que la lluvia menuda caiga?”.

“En este universo nada hay fijo, nada hay enraizado. Todo se ondula, todo baila, todo es agilidad y triunfo.. La complejidad de las cosas se hace más inmediata… ¿Dónde se encuentra entonces la ruptura de esa continuidad?. El círculo está cerrado, la armonía es perfecta. Ahí está el ritmo central, ahí el muelle que los mueve a todos… Pero yo no estoy incluido. Yo que quisisera verme cubierto por las protectoras olas de lo común, diviso de soslayo un lejano horizonte”…
Virginia Woolf

domingo, agosto 16

00:16 tiempo de espera / Amélie Olaiz

nigella


Dispuse margaritas de colores en el jarrón, tendí la cama con sábanas blancas, disfruté del olor de la albahaca que en pequeñas bolsitas guardé entre los almohadones. Después de encender las velas azules, abrí las ventanas para escuchar la música del viento.

Decidida a esperar, leí la nota que acompañaba el antiguo reloj, obsequio de él: "Al caer el último grano de arena estaré cerca de ti."

Ilusionada miré deslizarse el caudal de piedrecillas, ignorante de que aquél era el contenedor de la arena de los siete mares.

"Piedras de luna."
Amélie Olaiz.

sábado, agosto 15

00:15 de Quevedo

Casa Edwards Matte, Santiago de Chile.
Sergio Fritz Roa


"Bien sé que soy aliento fugitivo;
ya sé, ya temo, ya también espero
que he de ser polvo, como tú, si muero
y que soy vidrio, como tú, si vivo."

Francisco de Quevedo

viernes, agosto 14

00:14 reloj de arena / Carlos Bousoño

a emilio lorenzo

Un diálogo consigo mismo es lo que consigue el hombre
al atardecer,
contemplando el reloj de la arena que cae.
Un monólogo, una susurrante confidencia,
un murmullo apenas inteligible donde se desmorona el
pasado
continuamente, perezosamente deleznable, con lentitud
cruel, con perversa demora.

Cae la arena despacio por el diminuto agujero,
el esplendor de la vasta mañana.
La luz del sol, indolente, infinita, cae.
Cae el amor, desolado, indirecto.

La atroz verdad convertida en sí misma,
la enormidad de una pequeña causa,
por el conducto mínimo,
inverosímilmente.
El horizonte interminable, la playa desierta.

Sobre mí que medito en la sombra
va cayendo muy leve, pausada
lluvia imperceptible:
una lluvia lenta de polvo exquisito
que con tacto y sutil cortesía
pone extraño, enigmático el mundo.
Polvo gris donde había otra cosa,
tan pequeña, y aún la sigues pidiendo.
Donde había una mano, una rosa.

Carlos Bousoño

jueves, agosto 13

00:13 reloj de fuego / nigella

@nigella


Una diosa de fuego
erupta materiales
gaseosos, ígneos,
lava esponjosa,
por el cráter
de su corazón
avolcanado.

nigella

miércoles, agosto 12

00:12 Borjes

galaxia reloj de arena

EL RELOJ DE ARENA

Está bien que se mida con la dura
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Hay un agrado en observar la arcana
Arena que resbala y que declina
Y, a punto de caer, se arremolina
Con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma
E infinita es la historia de la arena;
Así, bajo tus dichas o tu pena,
La invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída
Yo me desangro, no el cristal.
El rito de decantar la arena es infinito
Y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo
Sentir el tiempo cósmico: la historia
Que encierra en sus espejos la memoria
O que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar de fuego,
Cartago y Roma y su apretada guerra,
Simón Mago, los siete pies de tierra
Que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable
Hilo sutil de arena numerosa.
No he de salvarme yo, fortuita cosa
De tiempo, que es materia deleznable.

Jorge Luis Borges.

martes, agosto 11

00:11 ...la última gota A. Machado



XXI

Daba el reloj las doce... y eran doce
golpes de azada en tierra...
...¡Mi hora! -grité-. ...El silencio
me respondió: -No temas;

tú no verás caer la última gota
que en la clepsidra tiembla.

Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja,
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.

A. Machado.

lunes, agosto 10

00:10 reloj de agua

@nigella


Un templo abandonado
al rumor de la hierba.

El musgo cubre el patio
para la luna llena.

No hay lámparas: luciérnagas.
Reloj de agua, los sapos.


VARIACIÓN DE UNOS VERSOS
encontrados en no sé qué página del Viaje al Oeste

Aurelio Asiain
: http://aurelioasiain.blogspot.com/

domingo, agosto 9

00:09 de cronopios y de famas.




"Un fama tenía un reloj de pared y todas las semanas le daba cuerda CON GRAN CUIDADO. Pasó un cronopio y al verlo se puso a reír, fue a su casa e inventó el reloj-alcachofa o alcaucil, que de una y otra manera puede y debe decirse.
El reloj alcaucil de este cronopio es un alcaucil de la gran especie, sujeto por el tallo a un agujero de la pared. Las innumerables hojas del alcaucil marcan la hora presente y además todas las horas, de modo que el cronopio no hace más que sacarle una hoja y ya sabe una hora. Como las va sacando de izquierda a derecha, siempre la hoja da la hora justa, y cada día el cronopio empieza a sacar una nueva vuelta de hojas. Al llegar al corazón, el tiempo no puede ya medirse, y en la infinita rosa violeta del centro el cronopio encuentra un gran contento, entonces se la come con aceite, vinagre y sal, y pone otro reloj en el agujero."

Julio Cortazar

sábado, agosto 8

00:08 gnomon

"Quienes medían de ese modo el tiempo por la sombra que ellos mismos proyectaban consideraban su cuerpo como un gnomon. Un gnomon es un objeto vertical -por ejemplo, un bastón- cuya sombra sirve de manecilla solar."
E. Jünger
Gnomónica se denomina a la ciencia encargada de elaborar teorías y reunir conocimiento sobre la división del arco diurno, o trayectoria del Sol sobre el horizonte mediante el empleo de proyecciones específicas sobre superficies. Esta ciencia es muy útil al diseño y construcción de los relojes de sol.Durante más de tres milenios los relojes cósmicos regularon la vida cotidiana de los hombres. Por esta razón la gnomónica se consideraba una ciencia con aporte de valor a las costumbres de la sociedad.
nigella, óleo sobre madera.

Poco a poco, entre los siglos XIV y XVII, los relojes mecánicos fueron sustituyendo a los relojes elementales: los relojes de sol y los relojes telúricos, que se rigen por la fuerza dela gravedad, de esta forma se fue introduciendo el mecanicismo en nuestras vidas.
El modo en que imaginamos el tiempo es el modo en que el tiempo nos aprisiona.

"Para acabar cabe decir acerca del reloj de sol lo siguiente: aunque es un reloj que indica a los seres humanos la medida de las medidas y aunque su cálculo del tiempo se alimenta de la fuente verdadera, es el que menos carácter humano tiene, en comparación con los demás relojes. Pues todos los otros tienen como presupuesto al ser humano y su capacidad de invención. En cambio el curso de la sombra es independiente de los seres humanos y anuncia no sólo movimientos del destino, sino también rotaciones que pueden ser pensadas sin la presencia humana." E. Jünger.


viernes, agosto 7

00:07 relojes de sol

nigella, "atardecer" (óleo sobre madera)

"Como puntos cardinales se ofrecían entonces el amanecer, el mediodía y el atardecer. La posición del Sol determinaba también la dimensión de la sombra. Si queremos comparar ese movimiento con el de nuestros relojes, habremos de ver la Tierra como una esfera de reloj y la sombra como una aguja o manecilla -una manecilla que no sólo gira, sino que también se alarga y se acorta-. Lo primero que los hombres aprendieron a estimar fue esta segunda circunstancia. La sombra de un monte, de un árbol, que llegaba hasta este o aquel punto les proporcionaba medidas de tiempo. Los seres humanos estaban familiarizados ante todo con su propia sombra, que podían observar continuamente."

Ernst Jünguer

jueves, agosto 6

00:06 el juego

Miguel Ruibal (apuntes) http://miguelruibal.blogspot.com/


"Nuestras ocupaciones agradables, placenteras, son precisamente aquellas en que no prestamos atención al tiempo medido. Al jugar no nos regimos por el reloj, al menos no nos regimos por él en aquellos sitios en que nuestros juegos se desarrollan fuera de ese turno de trabajo al que damos el nombre de <>, es decir, en todos aquellos sitios en que jugamos como juegan los niños. Los niños juegan hasta que los llaman o hasta que se cansan. Juegan hasta que se pone el Sol, y con la llegada del crepúsculo el encanto del juego experimenta una modificación que lo convierte en algo inquietante.

Eso tiene su reflejo en los movimientos que son unos movimientos libres, y constituyen la auténtica fuente del bienestar que colma los días de vacaciones."

Ernst Jünguer.

martes, agosto 4

00:05 Plauto

"Ojalá pierdan los dioses a quien trajo a este lugar ese reloj que a mí, pobre infeliz, me acorta el día dividiéndolo en pedazos. Cuando yo era un muchacho, mis tripas me servían de reloj: eran el mejor y más exacto. En todos los lugares me advertían que era llegada la hora de comer, si es que había comida. Pero ahora, si no le agrada al Sol, no se come ni siquiera la comida que hay."
Plauto. (254-184 a.C)

00:04 Borges

Miguel Ruibal (apuntes) http://miguelruibal.blogspot.com/


El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho.
El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río;
es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre;
es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego.
El mundo, desgraciadamente es real; yo desgraciadamente soy Borges.

Jorge Luis Borges

Nueva refutación del tiempo

lunes, agosto 3

00:03 Nietzsche

Munch, retrato de Friedrich Nietzsche


A partir de hoy pende de un cordón de crin
En torno a mi cuello el reloj de las horas.
A partir de hoy cesa el curso de las estrellas,
Cesan el sol, el canto del gallo y la sombra,
Y todo lo que alguna vez me anunció el tiempo,
Todo eso es ahora mudo, sordo y ciego;
Silenciosa se vuelve la naturaleza toda
Cuando oigo el tic-tac de la ley y del reloj.

Contra las leyes (F. Nietzsche –Gaya Ciencia-)

domingo, agosto 2

00:02 R. M. Rilke



Poemas tempranos

Ésta es la nostalgia: morar en la onda
y no tener patria en el tiempo.
Y éstos son los deseos: quedos diálogos
de las horas cotidianas con la eternidad.

Y eso es la vida. Hasta que de un ayer
suba la hora más solitaria de todas,
la que sonriendo, distinta a sus hermanas,
guarde silencio en presencia de lo eterno.

Rainer María Rilke

sábado, agosto 1

00:01 E. Jünger

Reloj mundial. Alexanderplatz. Berlín. Alemania

Una vida sin relojes es algo que a los hombres de hoy nos resulta impensable; vayamos donde vayamos, nos encontremos donde nos encontremos, estamos habituados a oír el tictac de relojes, a escuchar dar la hora a relojes, a echar vistazos a relojes -desde relojes del tamaño de un guisante hasta los enormes relojes de torre. El tiempo parece volverse más escaso, más valioso, en aquellos lugares en los que los relojes se acumulan, es decir: en las grandes urbes, en los aeropuertos, en las entradas a las estaciones ferroviarias.
Desde el cosmos al átomo, lo mismo en sus distancias de años luz que en sus inaprehensibles oscilaciones que hoy ya sólo las fórmulas matemáticas expresan, el mundo lo medimos por sus variaciones temporales.

Ernst. Jünger. "El libro del reloj de arena"